A medida que los científicos van conociendo más sobre el COVID-19, se ha hecho evidente que el virus impacta especialmente a aquellos con condiciones médicas existentes, como la enfermedad renal.

Meghan Sise, MD, profesora adjunta de medicina en la División de Nefrología, y Kassem Safa, MD, profesor adjunto de medicina en el Centro de Trasplantes y la División de Nefrología de Massachusetts General Hospital, hablan sobre el impacto del COVID-19 en los pacientes que tienen enfermedades renales o son receptores de trasplantes, y proporcionan una guía sobre cómo obtener con seguridad la atención necesaria.

¿Qué tan alto es el riesgo de enfermarse del COVID-19?

Como los receptores de trasplantes de riñón y los que tienen enfermedades renales se preocupan por el riesgo de contraer el coronavirus, el Dr. Sise y el Dr. Safa señalan que no hay nada especial o propio de las enfermedades renales que aumente la posibilidad de que una persona contraiga el COVID-19. El riesgo dependerá de obtener la atención necesaria.

Destacaría que los receptores de trasplantes de riñón y los pacientes que reciben diálisis no deben tener miedo de ver a su médico por causa del COVID-19. Es fundamental que los pacientes continúen recibiendo el cuidado que necesitan. Los hospitales y otros centros médicos han tomado muchas medidas para garantizar la seguridad de los pacientes.

Kassem Safa, MD
Nefrólogo asociado de trasplantes, Centro de Trasplantes de Mass General

"Los pacientes en diálisis pueden tener un mayor riesgo de contraer el COVID-19 porque no pueden hacer autocuarentena en casa," dice el Dr. Sise. "Necesitan ir y venir de la diálisis e interactuar con el sistema de salud con más frecuencia que la mayoría de la población. Afortunadamente, las políticas de control de infecciones y el distanciamiento físico en las unidades de diálisis han limitado la propagación del COVID-19 en estos sitios."

El Dr. Safa está de acuerdo. "En este momento, no hay evidencia que sugiera que los receptores de trasplantes de riñón tienen mayor riesgo de contraer el COVID-19. Seguir las pautas recomendadas ayudará a reducir el riesgo de exposición al coronavirus."

Para reducir el riesgo, los pacientes deben:

  • Seguir las pautas de distanciamiento físico
  • Practicar la higiene de las manos
  • Usar una mascarilla cuando estén en público

"Quisiera enfatizar que los receptores de trasplantes de riñón y los pacientes que reciben diálisis no deben tener miedo de ir al médico por causa del COVID-19," dice el Dr. Safa. "Es fundamental que los pacientes continúen recibiendo la atención que necesitan. Los hospitales y otros centros médicos han tomado muchas medidas para garantizar la seguridad de los pacientes. Es importante que continúen su plan de tratamiento y estén en contacto con su proveedor ante cualquier preocupación."

¿Cuál es el riesgo de desarrollar complicaciones por el COVID-19?

Si bien la enfermedad renal no pone a los pacientes en mayor riesgo de contraer el COVID-19, sí pone a los pacientes en riesgo de resultados más severos, como la disminución de la función renal, durante la infección.

Aunque no se sabe exactamente por qué los pacientes con enfermedades renales corren un mayor riesgo de padecer el COVID-19 grave, es posible que estos pacientes sean típicamente mayores y tengan otras enfermedades crónicas, como la diabetes, que son factores de riesgo del COVID-19 grave. Además, estos pacientes también pueden tener un sistema inmunológico debilitado.

Los receptores de trasplantes de riñón también corren el riesgo de sufrir resultados más graves. "Los receptores suelen tener enfermedades subyacentes que los llevaron a tener una enfermedad renal en primer lugar," dice el Dr. Safa. "Debido a esto, tienen un mayor riesgo de infecciones graves. En este momento, se supone, aunque no está totalmente probado, que el uso de medicamentos inmunosupresores para mantener la salud del trasplante de riñón es un factor de riesgo de infecciones más severas o complicaciones."

¿Cómo afecta el COVID-19 a los riñones?

Aproximadamente una de cada tres personas que ingresan al hospital por el COVID-19 desarrollará una lesión renal aguda (LRA), una disminución repentina de la función renal, incluso si nunca antes han tenido una enfermedad renal. Esta tasa de lesiones aumenta a más de la mitad para aquellos que se enferman gravemente y necesitan cuidados intensivos. En la mayoría de los casos, estos pacientes requerirán diálisis de emergencia. 

Aunque las razones exactas no están claras en cuanto a por qué el COVID-19 afecta a los riñones, los científicos han detallado algunas posibles causas:

  • La estructura del riñón: Una de las razones por las que el coronavirus es tan contagioso es que los picos del virus son la forma en que el virus se adhiere a una célula anfitriona. El SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, tiene picos muy pegajosos que forman un fuerte vínculo con un receptor llamado ACE2, que es abundante en todo el cuerpo humano, incluyendo los riñones. Estos picos "en forma de corona" son los que dan al coronavirus su nombre
  • Coagulación de la sangre: El propósito de los riñones es eliminar los desechos y el exceso de líquido del cuerpo. Las biopsias de riñón de los pacientes con el COVID-19 han demostrado que en algunos casos se forman pequeños coágulos de sangre. Estos coágulos de sangre pueden afectar al buen funcionamiento de los riñones
  • Inflamación extrema: La inflamación ocurre cuando hay un nivel de daño en una célula. El cuerpo envía diferentes moléculas y proteínas a ese sitio para mejorar su curación. Sin embargo, hay momentos en los que la reacción puede ser extrema, y en estos casos, la inflamación puede dañar la respuesta del sistema inmunológico en lugar de ayudarla

Opciones de tratamiento para pacientes con el COVID-19 con lesión renal

Las opciones de tratamiento actuales para los pacientes con el COVID-19 no tratan específicamente la lesión renal, especialmente al principio.

"En la fase temprana de la infección," dice la Dra. Sise, "los tratamientos suelen dirigirse al virus. Remdesivir es un medicamento antiviral que fue aprobado para su uso en el COVID-19."

Pero dice, "desafortunadamente, los estudios que aprobaron el Remdesivir no incluyeron a pacientes con enfermedad renal avanzada o en diálisis. En la última fase de la infección, se pueden utilizar tratamientos inmunosupresores como la dexametasona (un esteroide) para prevenir la respuesta inmunológica hiperactiva que puede desencadenar el COVID-19. Estos tratamientos parecen mejorar la sobrevivencia, pero no se sabe si mejoran la función renal. El uso de dexametasona es seguro en pacientes con enfermedades renales. Cuando los pacientes desarrollan una enfermedad renal severa durante el COVID-19, usamos cuidados de apoyo y diálisis para ayudarlos a sobrevivir."

Los efectos a largo plazo del COVID-19 en los riñones

Los efectos a largo plazo del COVID-19 en los riñones son todavía desconocidos. "A muchos nefrólogos les preocupa que pueda haber efectos a largo plazo en la función renal, que algunas personas con enfermedades renales crónicas puedan experimentar un gran retroceso y que otros que no tenían anteriormente enfermedades renales crónicas puedan desarrollarlas," dice la Dra. Sise. "Sin embargo, no ha pasado suficiente tiempo para estudiar esos efectos, y se necesita investigación adicional. En Mass General, hemos comenzado a estudiar el efecto del COVID-19 en los indicadores renales para determinar si los pacientes con enfermedad renal crónica experimentan complicaciones renales a largo plazo a causa de esta enfermedad. También formamos parte de un gran registro nacional de seguimiento de receptores de trasplantes de riñón que desarrollan el COVID-19, diseñado para estudiar la naturaleza de la progresión de la enfermedad en esta población especial de pacientes."


Translation of "Kidney Disease and COVID-19: What Are the Risks?," published on August 18, 2020.