Cuando las mujeres se someten a imagenología mamaria poco después de recibir la vacuna contra el COVID-19 en el brazo, sus exámenes pueden mostrar ganglios linfáticos inflamados en la zona de la axila
Los radiólogos de Massachusetts General Hospital dicen que este suele ser un hallazgo normal y que, si no hay otras preocupaciones, no se necesitan estudios de imagen adicionales, a menos que los ganglios linfáticos sigan inflamados durante más de seis semanas después de la vacunación
El equipo ha publicado un enfoque para ayudar a evitar los retrasos, tanto en la vacunación como en el examen del cáncer de mama
Además de evitar retrasos en las vacunaciones y en los diagnósticos de cáncer de mama, esperamos que nuestro modelo reduzca la ansiedad de las pacientes, la carga de los profesionales de salud y los costos de las evaluaciones innecesarias de los ganglios linfáticos agrandados tras las vacunaciones.
Constance Lehman, MD, PhD Directora de Imagenología Mamaria, Massachusetts General Hospital
BOSTON – La inflamación de los ganglios linfáticos en la zona de la axila es una respuesta normal a las vacunas contra el COVID-19, pero cuando se ven en las mamografías, pueden confundirse con ganglios inflamados a causa del cáncer. En algunos casos, se realiza una biopsia de los ganglios para confirmar que no son cancerosos. Para evitar la confusión de los pacientes y sus proveedores, y para evitar retrasos en las vacunaciones o en las mamografías recomendadas durante la pandemia, los radiólogos de Massachusetts General Hospital han publicado un enfoque para el manejo de lo que se espera sea un caso bastante común a medida que los programas de vacunación se intensifican. El enfoque se describe en el American Journal of Roentgenology.
"Habíamos empezado a ver más pacientes en nuestra clínica de imagenología mamaria con ganglios linfáticos agrandados en la mamografía, la ecografía y la resonancia magnética. Y nos dimos cuenta de que acudían a nuestra clínica tras una reciente vacunación contra el COVID-19," explica la autora principal, Constance Lehman, MD, PhD, directora de Imagenología Mamaria y codirectora del Centro de Evaluación Integral de la Mama de Avon en Mass General. "Hablamos con nuestros colegas de atención primaria y de nuestras clínicas especializadas en cáncer de mama, y nos dimos cuenta de que necesitábamos un plan claro para manejarlo."
Los objetivos del equipo eran desarrollar un programa que apoyara a las pacientes para que siguieran participando en los programas de vacunación y, al mismo tiempo, garantizar que las pacientes siguieran recibiendo sus necesidades rutinarias de atención médica, como los estudios de detección del cáncer de mama. También era importante asegurar a las pacientes que la inflamación de los ganglios linfáticos de la axila es un hallazgo normal y esperado después de la vacunación.
El enfoque del grupo se basa en tres principios: 1) fomentar la vacunación contra el COVID-19; 2) reducir y/o eliminar los retrasos, las cancelaciones y la reprogramación de los exámenes de diagnóstico por imagen de las mamas; y 3) reducir las imágenes adicionales y/o las biopsias innecesarias de los ganglios linfáticos que se han inflamado por la vacunación reciente.
"Además de evitar retrasos en las vacunaciones y en los diagnósticos de cáncer de mama, esperamos que nuestro modelo reduzca la ansiedad de las pacientes, la carga de los profesionales de salud y los costos de las evaluaciones innecesarias de los ganglios linfáticos agrandados después de las vacunaciones," dice Lehman.
Lehman y sus colegas—incluidas las coautoras, Leslie Lamb MD, MSc, y Helen Anne D'Alessandro, MD—hacen énfasis que no se necesitan estudios por imagen adicionales para los ganglios linfáticos inflamados después de las vacunas recientes, a menos que la inflamación persista o si el paciente tiene otros problemas de salud. Este mensaje debe comunicarse tanto al personal de diagnóstico por imagen como a los pacientes. Las cartas a los pacientes pueden decir: "Los ganglios linfáticos de la zona de la axila que vemos en su mamografía son más grandes en el lado donde se vacunó recientemente contra el COVID-19. El agrandamiento de los ganglios linfáticos es común después de la aplicación de la vacuna contra el COVID-19 y es la reacción normal de su cuerpo a la misma. Sin embargo, si siente un bulto en la axila que se presenta por más de seis semanas después de la vacunación, debe informar a su proveedor de atención médica."
Lehman señala que el descenso drástico de las mamografías de detección y de los diagnósticos de cáncer de mama está bien documentado en múltiples instituciones de salud debido a la pandemia del COVID-19. "Es probable que esta interrupción de detección del cáncer de mama provoque un aumento significativo de los cánceres diagnosticados en fases avanzadas y un incremento de la demanda de procedimientos de detección del cáncer a medida que se reprogramen los estudios retrasados," afirma. "Creemos que nuestro modelo puede evitar que se reduzcan o retrasen las vacunaciones y que se sigan reduciendo o retrasando los diagnósticos de cáncer de mama por confusión entre las pacientes y/o sus proveedores."
Acerca de Massachusetts General Hospital
Massachusetts General Hospital, fundado en 1811, es el hospital docente original y más grande de la Facultad de Medicina de Harvard. El Instituto de Investigación de Mass General lleva a cabo el programa de investigación hospitalaria más grande de la nación, con un presupuesto anual de investigación de más de un billón de dólares y comprende más de 9.500 investigadores que trabajan en más de 30 institutos, centros y departamentos. En agosto de 2020, Mass General fue nombrado el número 6 de la nación por U.S. News & World Report en su lista de "Los Mejores Hospitales de América."
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